sábado, 31 de enero de 2009

Más allá de un sistema de autodefensa.


Hoy en día se puede decir que lo más parecido al entrenamiento Samurai es la práctica de artes marciales como el Aikido (camino por el cual se logra la armonía con el universo y su energía), el Kendo (camino de la espada) y Karate Kyokushin-kai (Cumbre de la verdad). Esto no significa que todos los practicantes de estas artes marciales sigan los códigos que definieron el estilo Samurai, pero para aquellos que terminamos relacionando todos los aspectos de nuestra vida cotidiana con la cultura marcial, podremos encontrar varios Samurai modernos entre nosotros.



La intención de este bloq es demostrar cómo estas características marciales, pueden llevarse al concepto de vida, tales como encarar un mundo moderno, de negocios, de stress, de permanente aceleración y constantes cambios.


En las artes marciales se trabajan ambos hemisferios cerebrales, con lo cual favorece la actividad psicomotriz, mejora los reflejos y agudiza los sentidos. La filosofía se puede aplicar al estudio, al trabajo o las emociones. El autocontrol, autodisciplina y concentración adquiridos por la práctica marcial hace que el practicante se haga más fuerte por fuera y por dentro, debido a los movimientos y la actividad mental que desarrolla.


Autocontrol:Las artes marciales enseñan a pensar antes de actuar.

Autodisciplina:Quienes practican las artes marciales aprenden a asumir un compromiso con sí mismos y los demás.

Concentración:Las artes marciales cultivan la atención en sus prácticas a través de movimientos conscientes y coordinados, que estimulan la plasticidad, motricidad y el manejo y control de la respiración. Así, se domina el cuerpo y las emociones.

Especialistas en psicología, afirman que además de los efectos benéficos mencionados anteriormente, existen otros que se evidencian a largo plazo y que redundan en la reducción de los rasgos negativos de la personalidad y en el aumento de los positivos. Menores niveles de agresión y hostilidad. Igualmente, existe una correlación positiva entre el tiempo de práctica, la autoestima, el autocontrol, la independencia, la confianza en uno mismo y la empatía con los demás”.

La práctica de artes marciales ofrece muchas más ventajas que la de ser un sistema de autodefensa. Todas ellas fomentan la cortesía, la constancia, el autocontrol y el fortalecimiento del carácter, siendo al mismo tiempo un completo y excelente ejercicio físico.

A la espera de sus comentarios.

1 comentario:

Marino dijo...

Habla Carlitos, donde hay aikido acá en Bilbao para meterme, me interesa...