sábado, 28 de marzo de 2009

COMO SIEMPRE, ÁFRICA LA PEOR PAGADA


Una vez más, los africanos son víctimas de un desastre causado por otros. Y es que, gracias al fenómeno de la globalización, aumenta la preocupación por el impacto tan devastador que una crisis nacida en los países del primer mundo está comenzando a tener en el mundo en desarrollo.

África no es responsable de la inexistencia de controles en los mercados mundiales, ni de los créditos basura, ni de las primas súper millonarias o la burbuja inmobiliaria. Pero puede acabar siendo la que más sufra las consecuencias de la ya tan conocida y aborrecida crisis.

Ahora que las economías de algunos países africanos empezaban a crecer gracias a las exportaciones y se oía ya hablar de los "guepardos" africanos, la crisis ha puesto fin a todas sus esperanzas.

La demanda de materias primas como el oro, el petróleo, el zinc, etc. ha caído brutalmente. Un ejemplo de ello es el caso de Bostwana que ha perdido en un año el 90% de los ingresos por la exportación de diamantes, base de su economía. Y todavía puede agravarse más esta situación si los países ricos deciden tomar medidas proteccionistas.

Las previsiones para el continente africano son muy preocupantes. Y el cumplimiento del pronóstico de un crecimiento de tan sólo el 3% (cuando venía registrándose una tasa anual superior al 5%), significaría más pobreza, si cabe áun, para la mayoría de la población.

A parte de todo esto, está también el temor de que se puedan ver recortadas las ayudas al desarrollo de los países africanos por parte de los países desarrollados si estos últimos siguen teniendo grandes déficits fiscales.

Ante la próxima cumbre del G-20, el presidente de Etiopía advirtió de que muchos países africanos podrían verse sumergidos en el caos y la violencia si no se reciben ayudas para afrontar la crisis. Hay que tener en cuenta que cualquier ayuda o estímulo financiero en los países ricos tendrá un impacto global muy inferior al que tendría en uno de estos países subdesarrollados.

La de África parece la historia interminable de la pobreza, la violencia y el olvido. Parece mentira que el despropósito y la avaricia de unos pocos sea el castigo de muchos inocentes. Ningún continente está tan olvidado como el africano.

Al menos, parecen alzarse voces como la del presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, que ha lanzado la idea de crear un fondo de ayuda a los países pobres al que cada país desarrollado aporte el 0,7% de sus planes de estímulo económico.

Me pregunto si llegará a algo dicha propuesta... Y es que, tal y como dijo Blair allá por el año 2000, el desastroso historial de fracasos que ha tenido en África el mundo desarrollado debería horrorizar y avergonzar a nuestra civilización.

Permitidme que finalice citando una frase de Desmond Tutu que me hizo sonreír al leerla y que, aunque no esté relacionada con el dichoso tema de la crisis, sí que lo está con esto último que acabo de escribir:

"Cuando vinieron los misioneros a África tenían la Biblia y nosotros la tierra. Nos dijeron: vamos a rezar. Cerramos los ojos. Cuando los abrimos, teníamos la Biblia y ellos la tierra".


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